Música original.
El profeta Jeremías
vez tras vez lloró,
pues la gente en esos días
vez tras vez pecó.
Dios así, entristecido,
ve mi corazón
y se asombra, conmovido,
de mi rebelión.
El Señor Jesús entrando
a Jerusalén,
les habló allí, llorando,
de su mal también.