Enoc

A los sesenta y cinco, Enoc mostró su fe,
con gran fervor y ahínco, su testimonio fue.
Otros trescientos años, con Dios él caminó
en medio del engaño del mundo en que vivió.

Enoc fue trasladado, pues Dios se lo llevó;
por muchos fue buscado, mas nadie lo encontró.
Él era diferente a todos los demás;
se fue muy de repente, y no lo vieron más.

Muy pronto Jesucristo del cielo va a volver
y aquél que esté ya listo va a desaparecer.
Ser salvo es importante, ¡oh no te tardes más!,
pues en cualquier instante serás dejado atrás.

David R. Alves
21 de Noviembre de 2005