Un árbol hay en medio

“Un árbol hay en medio
del cual no comerás:
de hacerlo, sin remedio,
de cierto morirás.”
La orden, claramente,
Adán la escuchó;
creado inocente,
así Dios lo probó.

Llegó el enemigo
y habló con la mujer,
torció lo que Dios dijo:
la pudo convencer.
Le dio a su marido
y él comió también
del fruto prohibido
allí en el Edén.

Con hojas de higuera,
temiendo al Creador,
buscaban la manera
de encubrir su error;
Adán y Eva afuera
vivieron con dolor,
al ver la gran barrera
al huerto del Señor.

Camino nuevo y vivo
abrió el Señor Jesús,
dejó la gloria y vino
al árbol de la cruz;
pues fue en un vil madero
en medio de otros dos
que manso, cual cordero,
murió el Hijo de Dios.

David R. Alves
18 de Noviembre de 2005